Se acerca el verano y algunos empiezan a planear vacaciones aprovechando los feriados de fin de año. Sin embargo, este periodo de descanso se ha convertido (para muchos) ya no en un espacio para relajarse y disfrutar, sino más bien, en una causa de estrés ya que encuentran muchos problemas para compatibilizarlo con la carga laboral y, lo que es peor, con el camino de crecimiento profesional que han trazado. Esto pasa porque muchas personas hoy piensan que tomarse tiempo libre transmite un mensaje negativo a sus superiores y eso, a su vez, podría poner en cuestión su ascenso profesional.
Sin embargo, esta idea es desmentida por algunos estudios:
- Tomar vacaciones incrementa las opciones de obtener un ascenso. Hace dos años, el proyecto Time Off (www.projecttimeoff.com) publicó una investigación que confirmaba que las personas que tomaban el periodo completo de descanso tienen mayores chances de obtener una promoción en comparación con aquellos trabajadores que dejaban al menos 11 días al año para que sean pagadas. Esto desmiente, por lo tanto, que los que más descansan son los que menos crecen profesionalmente.
- Un cerebro positivo y comprometido mejora los resultados del negocio. Shawn Achor, autor del libro The Happiness Advantage (La ventaja de la felicidad), cita algunas investigaciones que demuestran que el cerebro que puede pensar positivamente mejora la productividad en un 31%, las ventas en un 37% y la creatividad y las utilidades pueden ser triplicadas. Como cita el mismo autor en el artículo que escribió para la revista Harvard Business Review, “la ventaja competitiva más grande en la economía moderna es un cerebro positivo y comprometido”. Para lograr un cerebro así, recalca, se necesitan descansos periódicos que lo llenan de energía y mejoran su perspectiva.
- Un buen jefe asocia la felicidad con la productividad. Según un estudio realizado por la U.S. Travel Association, los buenos jefes relacionan que un trabajador feliz es alguien productivo. Las cifras revelan que los motivos por los cuales animaron a sus colaboradores a tomar vacaciones son principalmente aumentar la felicidad personal (31%), seguido por el incremento de la productividad (21%). Para ellos, ambos tienen una retroalimentación directa.
- No tomar vacaciones trae problemas económicos a la empresa. En el Perú, por ejemplo, si un trabajador no toma las vacaciones que le corresponden por ley, el empleador asume un costo mayor a que si las tomara. Por lo tanto, tarde o temprano la empresa pedirá al trabajador que se ausente dichos días y, como veremos en el siguiente punto, unas vacaciones mal planeadas no hacen sino incrementar el estrés.
- Algunas vacaciones no ayudan a relajarse. Y esto no tiene que ver con el tiempo que uno se toma sino con el nivel de estrés que genera, por ejemplo, un viaje mal planeado. Un estudio realizado por el Institute for Applied Positive Research encontró que para que unas vacaciones tengan un 94% más de resultados positivos en cuanto a felicidad y energía, uno debe al menos planear las vacaciones con un mes de antelación. Asimismo, debe preparar a los compañeros de trabajo para el tiempo de ausencia. Y es mucho mejor si uno sale fuera de la ciudad, tiene guía en el lugar escogido para el paseo y tiene todos los detalles cubiertos. Unas vacaciones bien organizadas traerán como resultado una mayor productividad cuando se retorne al espacio laboral.
- Todas las personas necesitamos un descanso y hoy, con la dificultad que existe para desconectarnos cuando salimos de la oficina, es casi una obligación el tomarnos un tiempo para disfrutar de espacios libres de estrés y llenos de paz o de diversión sana. No esperemos a colapsar. Un tiempo de reflexión lejos de la rutina nos da oportunidades de renovación y de recargar energías.