Enviar mensajes, chatear y revisar las redes sociales son los usos más frecuentes que le damos a nuestro teléfono celular pero ¿puede esto influir en nuestro desempeño laboral?
Internet y los dispositivos móviles poseen una serie de ventajas. Nos ayudan a comunicarnos, nos entretienen y nos permiten a acceder a una gran cantidad de información de manera inmediata e ilimitada. Sin embargo esto no siempre es bueno, ya que el mal uso de estos dispositivos podría repercutir tanto en nuestra salud y en nuestro trabajo.
Si bien todos usamos varias veces al día nuestro smartphone, los aspectos negativos de esta conducta empiezan a manifestarse cuando existe una dependencia extrema a estar conectados y pendientes del teléfono.
Un típico ejemplo de esto es la necesidad constante de revisar la bandeja de entrada para ver si tenemos correo nuevo o desbloquear el móvil para comprobar si hemos recibido algún mensaje.
RIESGOS EN EL TRABAJO
Particularmente, el uso del celular en el trabajo ha generado discusiones en todo el mundo. Por regla general, su uso en espacios laborales está aceptado, pero estar siempre conectados en horario de oficina podría afectar nuestra productividad, generar ansiedad o estrés.
Y es que ahora, con los smartphones, no solo hablamos por teléfono sino que tenemos acceso a un sin número de aplicaciones y programas que permiten estar conectados todo el tiempo, y el día se transforma en un bombardeo de mensajes de whatsapp, correos electrónicos, Internet y redes sociales. De esta manera, el móvil se convierte en una fuente de interrupciones, afectando nuestra concentración y productividad laboral.
En la práctica, esto hace más difícil la toma de decisiones, abrumando y estresando a las personas que sienten que nunca pueden desconectarse de la oficina. Básicamente, permanecer siempre conectados hace que nuestra mente nunca descanse.
COMO PREVENIR LOS SUS RIESGOS
Lamentablemente alcanzar un equilibrio entre la vida personal, el trabajo y el tiempo que pasamos conectados es para muchos cada vez más difícil, por eso a continuación compartimos una serie de recomendaciones para implementar en nuestros trabajos y minimizar los efectos de estar siempre conectados:
1. Definir un tiempo limitado para estar en el teléfono y otro libre para disfrutar e interactuar con familiares o amigos.
2. Activar el modo silencioso o vibrador, así evitar desconcentraciones y molestar a otros compañeros de trabajo.
3. Regular el uso de aplicaciones desactivando las notificaciones de chats y redes sociales.
4. Evitar llamadas personales: hay excepciones, pero hay tratar de evitar este hábito.
5. No llevar celular a reuniones.
6. No estar disponible todo el tiempo para todo el mundo.
7. Aprender a desconectarse y privilegiar la comunicación cara y las relaciones personales.
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